NACIMIENTO DEL POEMA
Lo que existe son cosas,
no palabras. Por eso
te escucharé sin cansancio recitar en búlgaro
como miraré montañas durante horas,
o nubes.
Señales valen palabras,
palabras valen cosas,
cosas no valen nada.
Entender es un rapto,
igual que no entender.
Mi madre muriendo,
no faltó a mi llanto este arco iris:
el luto va bien con mi pelo claro.
Granito, lápida, crëpe,
¿son cosas bellas o palabras bellas?
Mármol, sol, lejía.
Entender me secuestra de palabra y de cosa,
arroja mi corazón de la poesía.
Por eso escribo poemas
para velar lo que amenaza mi debilidad mortal.
Me rehúso a creer que los hombres inventaron las lenguas,
es el Espíritu quien me impele,
quiere ser adorado
y sopla en mi oído este himno litúrgico:
baldes, escobas, deudas y miedo,
deseo de ver a Jonathan y ser condenada al infierno.
No construí las pirámides. Soy Dios.
Adélia Luzia Prado Freitas (Divinópolis, 13 de diciembre de 1935), más conocida como Adélia Prado, es una escritora, poetisa y profesora brasileña. En 1978 ganó por su obra O coração disparado el Premio Jabuti de Literatura. En 2007 recibió el Premio de Literatura Infantil y Juvenil de la Academia Brasileña de Letras por su libro Quando eu era pequena. En 2014 el Gobierno de Brasil le concedió la Orden del Mérito Nacional.
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